VICTOR HUGO MORALES :"ESTOY EN ESTO PORQUE MI AMOR ES LA RADIO"

El prestigioso periodista de Radio Continental recibió -a minutos de empezar su ciclo deportivo- a Damián Blanco, nuestro conductor de Derecho a Réplica. En un diálogo en exclusiva conversó acerca de su carrera y repasó lo temas más importantes de la actualidad. Enterate de lo que dijo, en esta entrevista.

Por Damián Blanco - damian.alejandrob@gmail.com

¿Quién es Víctor Hugo Morales? Difícil no identificarlo: por su estilo, su inconfundible voz y su carisma. En esta entrevista conversamos con el referente del periodismo los temas que definen su impronta y su discurso. Dice que no deja que le fijen agenda.

Dedica su tiempo libre al cine, la música y el teatro; pilares de su construcción radial. Autodefine su trabajo: "Hago Justicia, el micrófono es una catarsis". Además explicó su defensa a la Ley de Medios.

¿Cómo es el día a día de Víctor Hugo?

Los días se construyen despertándome a las siete de la mañana. Haciendo una lectura de los diarios que ya hice a la noche por si se me escapa algo. Trabajo sin que me marquen la agenda del programa pero no quiero estar afuera de lo que dicen, sobre todo si hay que contrarrestar algo. Como hoy con ese título que sacaron con el tema del Fútbol para todos, que si no lo leo no tengo elementos para poder confrontar.

Después cuando termina el programa a las 13 horas, hago una reunión de producción para el día siguiente, para marcar los temas que me parecen pueden servir como base. El programa de hoy salió de la reunión de producción de ayer, menos lo del fútbol, que fue el comienzo, todo lo demás estaba previsto desde ayer.

Otros días, como hoy por ejemplo, grabo televisión: un programa que está por empezar. Como me voy al mundial estoy juntando muchos programas. Algunas veces sino tengo que hacer eso de televisión, me duermo una siestita de media hora, como en mi casa. Y a las cinco de la tarde, estoy acá en la radio. Hago mi programa a las siete, y a las ocho y media bajo la cortina. Y me voy a mi vida de melómano, de cinéfilo o de teatrero.

¿Esos son tus pasatiempos?

Mi cable a tierra. Después a la noche suele echar un vistazo a los títulos de los informativos de la televisión, a la medianoche o mirar los portales de dos o tres diarios. Para acostarme con un panorama. Desde las 17 bajo la cortina.

¿Estás siempre informado?

Cuando vos tenés una base de información, todo lo que incorporas es muy valioso, porque no está suelto. Tiene que ver con un bagaje del periodista en general, el periodista tiene un background muy fuerte de conocimiento de los temas. Dos líneas, una noticia ya son muy reveladoras porque están muy conectadas. Cuando veía el título de hoy de la mañana de La Nación, no necesitaba leer la nota.

Ese es un día mío, mezclando esto que no es exactamente un trabajo, ya lo van a ver cuando lo ejecuten, con el placer de tener un poco de tiempo para mí, cosa que no cedo por nada del mundo.

¿No te cansas? La voz sobre todo…

Respiro bien, estoy muy bien de la voz. Lo único que importa para la voz es el descanso y durmiendo seis hora y media, siete por la noche más esa pequeña siesta, estoy descansado. El ejercicio de nuestra profesión es maravilloso. Salvo cuando tenes problemas, angustias, algo salió mal, estás muy en el ojo de la tormenta y no estás seguro de lo que hiciste o de lo que dijiste. A veces, la cabeza te trabaja.

La famosa frase El show debe continuar... ¿Por más que pase algo, harías un programa?
No, esto no es un show esto es otra cosa. Aquí no hay el show debe continuar.

¿Cuáles son tus fuentes de información?

Chequeo un poco los diarios, y los medios en Internet. Trato de general agenda periodística, el programa tiene su propia agenda... buscar en los archivos. Ayer, por ejemplo, encontramos el audio de Kelly, que no tiene precio. A partir de eso, compusimos el programa siguiente. Pero tratamos de sacarle jugo para que las cosas duren más, a veces pasas un audio de un minuto, y no lo usas más. Es un cambio que estoy tratando de hacer, es reciclar las cosas para el día siguiente. El programa anterior convertirlo en parte del programa siguiente, pero re-actualizándolo. Mañana estoy buscando que hacer con el audio de Kelly, con el audio de Liliana López Foresi, que hoy hicimos una nota. Con esos dos audios sumando artísticamente, convertirlo en parte de una nota que no sabemos cuál va ser, todavía no tenemos definido.

"Con el propio Bielsa, porque hoy Clarín saca algo... me lo voy anotar". De inmediato, como buen periodista -que nunca deja de elaborar ideas- saca un papel y en velocidad hace un recordatorio en un pequeño papel que guarda en su portafolio.

¿Es muy grande el equipo de trabajo?

Una coordinadora, una leona que es Fabiana Segovia, una persona que atiende el teléfonos de la gente y tres productores. Un gran operador, un verdadero artista y tres o cuatro columnistas.

¿Hay días que no tenes ganas de hablar adelante del micrófono?

No, porque el micrófono es una catarsis. No hay motivos por lo que no tener ganas, salvo imposibilidades personales de sufrimiento personal, de físico o moral muy fuerte. Jamás por cansancio o por peleas. El micrófono puede convertirse en un enemigo si lo manejas atolondradamente, y esto me ha ocurrido. En líneas generales es un amigo, te da la posibilidad de descargar lo que tenes. Esa es la maravillosa ventaja que nosotros los periodistas tenemos sobre la gente del común. Cada mañana que vengo acá me saco las broncas y hago justicia de la manera que la gente sueña cuando se enoja: puedo decirlo. Es maravilloso este laburo, escribir… vos escribís estás haciendo Justicia, todo es una formidable catarsis.

¿Cómo salís del estereotipo del periodista deportivo?

Nunca he salido, sigo relatando, teniendo mi programa de la tarde. Sucede que, mientras el fútbol esta caído como tema hasta que no venga el campeonato del mundo, está pobre el tema. El campeonato es pobre, no están arriba los equipos más convocantes. Algo ocurre, aquella frase La gente sólo habla de fútbol ha sido sustituido porque la gente ahora habla de temas más controversiales. Estoy adentro del fútbol siempre, de la manera que he estado siempre en mi vida. No soy un futbolero nato, relato fútbol porque me gusta la radio. No soy periodista porque no puede ser número nueve de un equipo profesional. Mucha gente entra porque canaliza a través del periodismo lo que no puedo hacer como protagonista del deporte. Estoy en esto porque mi amor es la radio.

¿Qué es el fútbol para vos?

El fútbol es un tema en el que conviven como metáforas de toda la vida cotidiana, en el fútbol está todo lo que está en la vida. Está la lucha de poder, la visión fanática que se puede tener de ciertos temas, en la cancha están las miserias, las solidaridades, las grandezas del ser humano.

¿Cambió tu relación con el público a partir de tomar posición en determinados temas?

Percibo la atmósfera de quienes están a favor, y de quienes están en contra que por lo general son personas que tenían un buen concepto por lo cual sienten un derecho a estar enojados. Pero no de debo a ello, no soy rehén ni de mi mismo.

¿Bajó el nivel de audiencia por eso?

No dicen eso los números, creo haber ganado por otro lado. Me tiene sin cuidado, no es un tema que me importe especialmente. La realidad es que los números son a favor, casualmente como el otro día se discutía. Hay una medición que me mandó la dirección de la radio, porque Noticias insistió mucho en que había perdido en la medición. En marzo veníamos de 9 a 10, en 14, de 9 a 11 baja, hasta terminar la última hora subiendo para terminar lo mismo con lo que entré. No ocurre eso, pero si ocurriese no me preocupa.
El nivel de audiencia se puede deber al nivel de polémica que se genera...

Jamás en mi vida hice una cosa si le va gustar o no al público. No especulo con eso, no existe posibilidad. Es parte de mi capital, y parte del defecto en si mismo.

¿Sos un ícono en el periodismo?

No, al contrario soy una persona apedreada y defendida en función de una exposición que ha sido inevitable, que no he querido. Soy una persona pacífica, que quiere vivir bien, metido en un lío. Siempre hay una infamia con la que hay que convivir. Pero este último tiempo está más agresivo.

Sin embargo, sos una personas muy conocida… ¿Lo atribuís eso a una construcción que hacen los medios en torno a tu persona?

Son muchos años de trabajo. Esta división tajante que tiene la Argentina, en estos momentos, determina odios y amores. Exagerados y exacerbados. Es un nuevo tiempo que tenemos que ver como pasamos.

¿Y te cuesta defender algunas políticas del Gobierno? E incluso que te tilden de oficialista, que no tendría nada de malo...

No, pero no tengo ningún problema. Lo que vea bien, desde las AFJP, el fútbol para todos, etc, lo veo bien. No veo bien el tema de los DNU sacado por decreto, y lo digo también con absoluta naturalidad. Jaime me parece un hombre absolutamente impresentable del Gobierno, pero la construcción del tema de Venezuela como lo construyeron es una vergüenza.

Y con el tema de la ley de medios ¿Es algo positivo? ¿Por qué?

Sí, pienso que es algo muy positivo. Genera muchas posibilidades de trabajo, diversidad de opiniones, eliminar las posiciones dominantes, darles oportunidad a voces que tiene que estar mendigando aire en las radios y que tiene muchas cosas para decirles a la sociedad. Las que tiene algún tipo de carencia, sobre la base de la solidaridad, y sobre la construcción de la mayor pluralidad de voces.

¿Cómo podemos lograr desconcentrar el mensaje?

No, lo que tiene que haber en todo caso es más grupos, pero hay un límite. Aunque yo no quisiera, ningún multimedio me gusta. Una revista, un diario, un canal, y una radio. Ese sería el límite. A Clarín no le quieren sacar: tiene que ser Mitre, Canal 13 o TN y el diario Clarín, todas sus revistas. Los medios escritos no generan eso de multimedio. Podes tener 70 revistas, todas las editoriales deben tener cinco, seis o diez revistas, Perfil debe tener diez. En cambio, en el multimedio son 260 canales, de cuales algunos son los más importantes del país: el más importante de aire y de noticias.

¿Cómo se pueden ordenar los medios del Estado?

El día que existan nuevos medios, el Gobierno saliente o el que venga tiene que intentar hacer una ley para que los medios de comunicación se manejen a través de una comisión Bicameral del Parlamento. Lo que se hace ahora en canal 7, una canal de estrictamente del Gobierno, no se va poder hacer nunca más, pero tiene que legislarlo.

No hay manera de construir un monopolio cuando la ley es anti monopólica, te marca un límite pero no te fija un piso. La Ley va ordenar los jugadores, pero que todos existan.